Ventajas
1. Estética: Los inodoros suspendidos brindan un aspecto minimalista y limpio al baño. Al estar en la pared, no hay tuberías ni cisternas a la vista, lo que da una sensación de amplitud y orden
2. Fácil limpieza: Al no tener contacto con el suelo, la limpieza de este inodoro es más sencilla. No hay rincones difíciles de alcanzar, lo que facilita mantenerlo libre de suciedad y bacterias.
3. Ahorro de espacio: Estos inodoros ocupan menos espacio visualmente, ya que no tienen una base en el suelo. Esto es especialmente útil en baños pequeños o en aquellos donde se busca aprovechar al máximo el espacio disponible.